Por qué no podemos fiarnos del verano

Y, sin embargo, es la época en la que más lo hacemos.

En pretemporada no surgen las sorpresas de la temporada (Foto: somosche.com)

Los amistosos en verano son el aliciente para las fantasías erótico-futbolísticas de cualquier aficionado –comprensible- y, sobre todo, de los medios. Como el friki de fútbol que soy le doy mucha importancia a los números. A veces puede que demasiada, pero es lo que hay. Para mí es muy significativo lo que hace un equipo en la faceta defensiva –faltas cometidas, despejes, goles en contra, córneres concedidos, etc.- y en la faceta ofensiva –goles a favor, tiros a puerta, etc.- y, sin embargo, en la pretemporada esos números, todos esos datos, significan tanto para mí como que Justin Bieber haya roto con Selena Gómez (¡otra vez!).

El criterio para un análisis óptimo es que las condiciones de las muestras que analizas sean lo menos dispares posibles en lo que a su naturaleza se refiere. Esto no es aplicable a los partidos de pretemporada y a los partidos de competición. Me explico. Podemos sacar conclusiones durante la pretemporada de un esquema que cierto equipo va a aplicar cuando empiece la nueva temporada, del estilo de juego, qué jugadores tienen pinta de contar con más o menos minutos de juego, etc. Pero lo que es IMPOSIBLE de conseguir es predecir los resultados que determinado equipo cosechará en una temporada basándose en la pretemporada. Vale, no es ‘imposible’ en términos absolutos, pero sí que es muy muy muy pero que muuuuuuuy raro que se pueda hacer.

Y no hay que ir muy lejos para buscar ejemplos recientes que confirman esta norma. En el Teresa Herrera que jugó el Deportivo de la Coruña en la segunda temporada de Joaquín Caparrós al frente del club coruñes, en el verano del 2006, venció por 3-1 al AC Milan que saltó al campo con un once titular con Kaká, Seedorf, Pirlo o Gattuso. El FC Barcelona en el verano del 2007 destripó al Inter Milan en el Trofeo Joan Gamper por 5-0. ¿Nos acordamos de cómo les fue en sus respectivas temporadas consiguientes? El Deportivo empató con la Real Sociedad –que descendería esa temporada- como el equipo menos goleador de la categoría con 32 goles, lo que lo dejó como decimotercer clasificado a 8 puntos del descenso. ¿El Barça? Terminó segundo en Liga, empatado a puntos con el Real Madrid que se proclamaría campeón, cayó eliminado por el Liverpool en la Champions y en Copa del Rey el Getafe consumó un remontada histórica -4-0 en el partido de vuelta en Getafe inutilizó el 5-2 conseguido en Barcelona- dejando el golazo estético de Messi en el Camp Nou como un éxito de YouTube pero sin efecto a nivel competitivo. Ya sé que los resultados del Barça no fueron tan malos y puede que parezca que los exagere, pero no es la intención. Es ejemplificar el poco valor que tienen los amistosos de cara a los partidos que cuentan de verdad.

Pero a aquellos que quieran seguir apostando por ellos para predecir sus resultados de la temporada solo os digo una cosa: ¡Buena suerte!