Mucha suerte Makaay

Volvía a La Coruña Roy Makaay, uno de esos delanteros que se ven pocas veces y que serán recordados durante mucho tiempo (no solo por su nariz). De hecho, se juntaban en el campo dos jugadores muy amigos y que le han dado muchas tardes de gloria al Deportivo: Valerón y Makaay saldrían de titulares, aunque esta vez «el mago» no tendría que abastecer de balones al holandés. Finalmente no se podría ver otro encuentro morboso y esperado: Julian De Guzmán y Jonathan De Guzmán no jugarían este partido, ambos no consiguieron recuperarse de sus respectivas lesiones.

Bromas y temas extra-deportivos aparte, el Depor se jugaba gran parte de sus opciones en su partido contra el Feyeenord; aunque bien es cierto que para John Dahl Tomasson (que era baja para este choque) y compañía todo lo que no fuese ganar sería despedirse matemáticamente de la siguiente fase.

Dominio por alto y por bajo
Jugó Aranzubía en la portería, lo digo porque aunque a lo largo de la primera mitad no lo pareciera, si estaba ahí. El dominio de los locales era incluso humillante para un Makaay que debía estar deseando cambiarse de bando… no tocó ni un solo balón en los primeros 45 minutos. El dominio con el balón raseado aún se puede considerar normal, por el mayor nivel tanto técnico como táctico del Depor; lo que no es lógico es que unos defensas de casi dos metros no ganen un solo esférico por alto. Tan increíble fue el desbarajuste mental y en la alineación, que el primer gol llegó con una anticipación de Guardado en un balón llovido en el que la defensa y el portero se pusieron de acuerdo para hacer el ridículo. El principito mexicano metió la testa para que finalmente fuese Lopo el que empujara el cuero a puerta vacía para hacer el gol que abría la puerta a una goleada más que evidente. Al descanso se mantuvo el 1-0 con un poco de suerte y con la ayuda del poco acierto de cara a gol, dicha fortuna le jugaría una mala pasada en una segunda parte un tanto loca.

Los dos minutos mágicos
De nuevo los fantasmas de la mala puntería acechaban Riazor… pero todo acabaría a los pocos minutos de iniciarse la segunda mitad. Hofland en propia puerta haría el segundo tras rebotarle hasta por dos veces un centro desde la derecha y Guardado conseguiría el tercero un par de minutos más tarde con un gran golpeo de interior ante el que Timmer no podría hacer nada. 3-0 y los tres puntos de nuevo en el bolsillo en un Riazor con una entrada excelente, que no paró de apoyar a su equipo en todo el encuentro e incluso llegó a homenajear a su manera a Roy Makaay. Destaca del resto de minutos la salida de Omar Bravo, que pese a no lograr un gol, se movió bien y creó peligro; y las malas decisiones del árbitro, que no dio una a derechas.

Sin duda no se podría destacar a nadie, porque todos estuvieron magistrales y la altura de un partido de esta categoría; hasta Dani Aranzubía hizo sus dos paradones de todos los partidos. A todos nos queda la duda de porqué Valerón es suplente en todos los partidos de liga y solo juega en UEFA visto su buen rendimiento y que aguanta perfectamente los noventa minutos.