Goleada engañosa en Old Trafford

Dani Navedo – Si alguien mira ahora los resultados de la Premier League y ve que el Manchester United ha goleado en Old Trafford al Tottenham, lo más seguro es que no le extrañe para nada. Sin embargo, si se ha visto tan solo la primera mitad del choque, aún estará asimilando el marcador e intentando explicarse que es lo que ha sucedido.

En el encuentro de ayer el Sir Alex Ferguson dispuso de inicio un once con Nani en el extremo diestro y Fletcher en el puesto de medio centro como novedades destacadas. El primero porque apenas había contado con minutos hasta la fecha y el segundo porque no está rindiendo a un buen nivel. Desconozco el motivo por el que Darren juega de titular en lugar de Scholes o Anderson, estando ambos disponibles. Creo que no es necesario hablar de míster Paul y ya hablábamos hace unos días de lo mucho que aporta en el medio campo el futbolista brasileño cuando Sir Alex lo coloca como medio centro defensivo, pese a todo, el jugador escocés sigue contando con la confianza de Fergie. Era una alineación más que decente y parecía que los Spurs lo iban tener crudo para rascar algún punto en «El Teatro de los Sueños». El Liverpool había ganado su choque por 1-3 en el campo del Hull City, lo cual «obligaba» al United a ganar frente a los de Harry Redknapp si no querían dejar de nuevo la veda abierta.

Pronto me percataría de que por fin volvía Rafael da Silva al lateral derecho, algo que había pasado por alto en el momento que fueron anunciadas las alineaciones. El Manchester no tenía ritmo, las transiciones defensa-ataque eran extremadamente lentas y las ofensivas una vez posicionados se hacían cansinas; tan solo parecía haber un jugador con una marcha más, justo ese al que me había saltado al mirar las formaciones, el joven Rafael. Era increíble ver como el benjamín del lateral diestro tenía que hacer las funciones de todos sus compañeros juntos, además, a la perfección. Tan pronto estaba en su puesto, defendiendo su banda, como dando un pase medido entre líneas o regateando y centrando ya en campo contrario. Pero no era suficiente. Los Spurs, haciendo todavía menos que los locales, que ya era difícil, se llevaban al descanso un premio mayúsculo en forma de ventaja por dos tantos. Darren Bent hacía el primero al encontrarse su propio rechace dentro del área y Luka Modric hacía el segundo después de recibir el cuero solo delante de Edwin Van der Sar. Ambos centros sin oposición llegaron de la zona diestra ofensiva de los visitantes, algo que habla muy mal del lateral siniestro de los locales, concrétamente, de Evra.

¿Qué veríamos en la segunda parte?¿Que hará Ferguson al descanso, mantendrás sus piezas ordenadas o sacará toda su artillería?¿Aguantará el Tottenham la presión de verse tan cerca de un triunfo vital en Old Trafford?¿Perderá el United después de tantas victorias que algunos han tildado de «milagrosas»? Demasiadas dudas por resolver en cuarenta y cinco minutos que a los visitantes se les harían eternos, eso seguro.

Por fin volvía el choque, tanto descanso me estaba haciendo pensar demasiadas conjeturas juntas, como habréis comprobado. Los Red Devils lo intentaban más con el corazón y la garra del recién entrado Tévez que con el juego de combinación para intentar llegar con claridad a la meta rival. El espacio en la banda tras la marcha de Nani y la entrada del apache sería para Rooney, dejando así a cierto búlgaro que todavía no había hecho nada y al argentino en punta. Hablando de Berbatov, es curioso el rendimiento que daría a partir del cambio más como segundo delantero que como referencia en ataque. La calidad, la calma, la visión de juego y los quiebros con el cuerpo de Dimitir fueron pieza clave en la zona de creación para la goleada que estábamos a punto de presenciar justo después de saltar al campo Paul Scholes en lugar de Darren Fletcher. Por momentos este Manchester recordaba al que maravilló la pasada temporada. Combinaciones precisas al primer toque entre Cristiano, Berbatov, Rooney y Tévez, llegadas desde segunda línea de Carrick y Scholes, los laterales tirando centros… acoso y derribo.

A los 55 minutos de la segunda mitad, Gomes cometía un penalti muy dudoso sobre Carrick que se encargaría de transformar Ronaldo. Old Trafford es un clamor. Rooney hacía el empate diez minutos más tarde con un disparo seco que el guardameta visitante no lograría ver a tiempo y Cristiano repetiría al minuto siguiente con un remate de cabeza en carrera. Los de Ferguson por delante en el marcador, por si acaso, Rooney hacía su doblete particular en el minuto 70 con un disparo cruzado que se queda enredado en la defensa pero que acaba entrando en la portería visitante. Ya está el partido sentenciado, sin embargo, sería una pena que el gran partido de Berba se quede sin el premio del gol. Rooney centra y por ahí aparece Dimitir para rematar de cabeza. El balón se queda en las piernas de Gomes, pero rápidamente Berbatov se encarga de cerrar la goleada metiendo el pie, algo que en España abría acabado como falta en ataque -mañana más detalles sobre este comentario- . Frío como es, dudo si no lo celebró por respeto a sus ex compañeros o porque no le apetecía.

Una goleada sin acabar de convencer, con una parte horrenda y otra cuesta abajo tras el primer gol de penalti, jugando por momentos como el Campeón de Europa y en otros instantes sin ideas, con un Cristiano Ronaldo que he dejado de ser el mejor del mundo para ser una estrella más, aunque ni se ha enterado… en definitiva, una goleada engañosa pero que dejará con cara de «ha ganado otra vez el Manchester United de forma contundente» a los que no hayan visto el partido.