El Liverpool no encuentra el camino y cae ante el Aston Villa

Dani Navedo - Partido en Anfield Road entre el Liverpool y el Aston Villa correspondiente a la tercera jornada de Premier League. El anfitrión con la vista puesta en la cabeza, concrétamente en llegar a los seis puntos e igualar así en la clasificación a City y United; mientras que los visitantes buscarían lograr sus primeros puntos en esta nueva temporada tras el tropiezo también en la nueva Europa League, que le obliga a remontar este próxima jueves.

Todavía sin Aquilani, Benítez formaría de nuevo con Leiva y Mascherano en el medio campo, mientras que en la zona más ofensiva no habría ninguna novedad reseñable, pues Riera se quedaría de nuevo en el banquillo de nuevo, al igual que Ayala, que tras su debut como titular entre semana, le tocaría esperar una nueva oportunidad con el resto de suplentes. Por parte del Aston Villa, destacar que Heskey no saldría en el once inicial.

Comenzó el partido y ya desde el principio pudimos ver que no ha cambiado nada respecto a los dos primeros choques. Los Reds continúan con sus problemas en el centro del campo, ya que ni Lucas Leiva ni Mascharano consiguen darle sentido al ataque. Ninguno de los dos debe tener instrucciones de asumir el rol de creador, como se puede comprobar cuando tiene el esférico la zaga del Pool y ninguno de los dos se ofrece para darle salida al balón.

Pese a todo, eran los locales, ejerciendo como tal, los que empezaron llevando el peso del encuentro. Con el Villa claramente a la contra, los de Benítez no encontraban huecos y tan solo lograría una ocasión clara en la primera mitad, pero primero Torres y luego Gerrard, no conseguirían superar a Friedel. Muy pocas ideas a la hora de atacar y un juego muy directo que los de Martin O´Neill contrarrestaron simplemente con mantenerse en todo momento concentrados.

En cambio los «Villanos» si que conseguirían batir a Reina, concretamente, gracias a un tanto en propia meta del discutido Leiva y a un cabezazo de Davies a la salida de un córner. Pepe Reina estaba muy enfadado con el colegiado, desconozco el porqué, y se llevó una amarilla pocos segundos antes de recibir el segundo tanto; pero el que seguro que estaba realmente cabreado con los suyos, era Rafa Benítez, pues a nadie el gusta recibir goles a balón parado, pero al técnico español todavía menos.

Segunda mitad y más de lo mismo. No hay ideas, el juego se centra en Mascherano y este no sabe que hacer con el balón. Quizás la solución, teniendo en cuenta que el doble pivote no funciona, hubiese sido el cambio de esquema y buscar un 4-1-4-1, sacando del campo al citado Javier o a Leiva e intentando combinar desde más adelante, pero Rafa decidió seguir con el mismo sistema. Más arriba, Torres se desesperaba porque recibía más codazos que balones y acabó por bajar de forma continua a buscar el balón.

Por fin movía sus piezas Rafa allá por el minuto 65, para dar entrada a Voronin por Lucas Leiva. La entrada del ucraniano tampoco rompería el doble pivote, ya que Gerrard se incrustaría en la posición de medio centro y quedaría el recién entrado Andriy como segundo punta. Poco más tarde, tras ver por fin un par de pases precisos por el centro del campo, Torres metería al Pool en el partido, tras una gran subida por banda de Insúa, que le dejó el balón a placer al «nueve» del Pool para que pusiese el 1-2 en el marcador.

Pero no duraría mucho el arranque de furia de los locales, ya que Gerrard cometería un penalti tan claro como ingenuo y Young no fallaría desde los once metros. De nuevo muerto el choque y esta vez de forma definitiva. No llegaría ninguna reacción y Anfield viviría una derrota, algo que no veía en Premier League desde el 16 de Diciembre del 2007, cuando el Manchester United asaltaba este feudo por 0-1 gracias a Carlos Tévez.

En definitiva, la única buena noticia para los de Benítez, es que Glen Johnson está cumpliendo con creces, incluso siendo el mejor del equipo en estos partido, algo que habla muy mal del equipo. El Liverpool no funciona porque su medular no carbura tras la marcha de Xabi Alonso. El donostiarra ha dejado huérfana la posición de medio campista ofensivo y los Reds no han encontrado sustituto, con la mala suerte de que el único fichaje para hacer esas labores, Alberto Aquilani, todavía tiene para cuatro semanas más.