El fútbol es para sufridores

Dijo en su día Carles Rexach, ex-futbolista y ex-entrenador del FC Barcelona: «Para jugar al fútbol no se debe sufrir. Lo que se hace sufriendo no puede salir bien». Si hoy ha visto algún partido de la Premier League, puede que se esté planteando otras teorías.

Viajaba el Manchester United escasos kilómetros para enfrentarse al Bolton en el Reebok Stadium. El objetivo de los Red Devils era la victoria y, gracias al triunfo conseguido entre semana frente al Wigan en un partido atrasado, ponerse líder después de mucho tiempo. Para ello, Ferguson usaría una mezcla de titulares y suplentes, en parte condicionado por las bajas de Ferdinand, Evra, Rooney… alineando por lo tanto de inicio a hombres como Anderson, Fletcher y Evans; y guardándose en el banquillo algún as: Giggs, Scholes e incluso Park, que venía siendo un habitual en el once principal.

El encuentro comenzaba con un guión que tan solo variaría ligeramente ya cerca del final del choque: El Bolton cedía terreno al United metiendo un total de hasta siete jugadores, dejando adelantados para presionar a los tres restantes; mientras tanto, el Manchester aceptaba gustoso el dominio de la posesión y buscaba las bandas, ya que por el centro no encontraba la forma de combinar. Entre balones colgados desde los laterales y lanzamientos de falta de Ronaldo, transcurrió el partido… hasta que llegó el tramo final de partido, ya con los cambios de Sir Alex funcionando perfectamente. Scholes y Giggs saldrían en el minuto 69 y cambiarían por completo el choque: los despejes de la defensa local ya no llegaban al delantero de turno, sino que siempre estaban, o bien Paul, o bien Ryan, para cazar ese esférico y montar de nuevo la ofensiva Red Devil. No obstante, el gol se resistió hasta el último minuto, cuando la prensa ya buscaba titulares para el pinchazo del United, llegó una gran jugada elaborada que terminaría en la red tras el remate de cabeza en plancha por parte de Berbatov. Final del partido con resultado 0-1 y otros tres puntos por la mínima. De nuevo el Manchester United líder provisional de la Premier League y, de conseguir el triunfo en un partido que todavía tiene atrasado, líder en solitario.

Pero los chicos de Ferguson no serían ni los únicos que tendrían que sufrir, ni los que más. La revelación de la Premier, el Aston Villa, tuvo que remontar el tanto inicial del Sunderland, logrando imponerse finalmente por 1-2 a domicilio con un gol de penalti ya en el tramo final del encuentro. El Arsenal, solo consiguió deshacerse por completo del Hull City a partir de los ochenta minutos, logrando una victoria a domicilio por 1-3 con dos tantos en apenas cinco minutos. Pero el colmo del sufrimiento, se vivió en Stamford Bridge: El Chelsea remontaba el marcador desfavorable que campeó durante gran parte del choque gracias a los dos goles logrados en el minuto 89 y en el 90, marcados por Belleti y Lampard respectivamente.

Cambiando completamente de tercio y de liga, hablaremos de otro tipo de sufrimiento. Cuando el rival te presiona sin parar, cuando cada balón que pierdes es casi gol, cuando no te puedes despistar ni un solo segundo porque como lo hagas te meten tres, cuando en ataque no consigues hacer nada porque te encuentras con un muro y cuando tu portero es el mejor jugador del partido por parte de tu equipo pese a que te han caído cinco… en ese momento, pese a que tu equipo no está jugando mal, es cuando sufres.

El Barcelona ganó a un buen Deportivo de la Coruña por 5-0. El conjunto blanquiazul aguantó bien plantado sobre el terreno de juego durante unos veinte minutos, pero en cuanto el Barsa consiguió el primer gol, empezó a jugar para hacer disfrutar a su afición, por lo que se acabaron las opciones gallegas de sacar al menos un empate. Poca historia que contar, ya que me parece que a estas alturas todo el mundo conoce al Barsa y su forma de arrasar con todo lo que se le pone por delante. La mala noticia para el Dépor no es la goleada, sino que tendrá que afrontar el choque frente al Real Madrid en el Santiago Bernabeu sin Aranzubía, ya que fue expulsado por roja directa tras cometer un penalti, y posiblemente sin Guardado, que se retiró del terreno de juego a causa de una lesión muscular. La anécdota del encuentro, sin duda, fue poder ver por unos minutos a Juan Rodríguez bajo palos tras la expulsión del guardameta titular del Dépor; segundo partido consecutivo de los blanquiazules en el que un jugador de campo acaba en la portería.