Apuesta – En Vallecas esperan espectáculo

Igualados con 17 puntos, Rayo y Espanyol cierran el año en Vallecas con un partido que es una gran oportunidad. Para los locales para revertir una situación negativa (cuatro partidos sin ganar y sólo dos victorias en los últimos nueve) y para los visitantes seguir con las buenas sensaciones (cuatro triunfos en los últimos cinco encuentros, dos de ellos de copa). El que gane terminará entre los diez primeros de una liga que exige mucho para coger aire y dejar atrás los agobios por el descenso.

En el cuadro de Paco Jémez, que ha castigado a otro jugador por mala conducta (ahora a Toño, antes a Ba), recupera para el choque a Trashorras, uno de sus faros en el centro del campo. Para Sergio González, técnico del Espanyol, la baja principal es la sanción de Cañas, uno de sus dos medios titulares en la sala de máquinas. Una ausencia que seguramente implique retrasar la posición de Salva Sevilla. Un movimiento táctico que, de producirse, jugaría a nuestro favor: ver un partido  con goles.

El Rayo, por principios, se despliega con mucha vocación ofensiva. Leo Baptistao es la punta de lanza de un ataque con extremos abiertos (Kakuta y Aquino, por ejemplo) y una segunda línea que se incorpora con varios hombres, como Alberto Bueno y el propio Trashorras. Sus estadísticas de llegadas a las áreas y ocasiones superan a la mayoría de equipos de la liga. El último 4-4 en copa en Valencia demuestra ese potencial.

En el rival, una de las virtudes es adaptarse al juego que impera en cada partido. Con buena transición defensa-ataque, liderada por Sergio García, el Espanyol acumula cinco overs (tres o más goles) en cinco de las últimas seis jornadas, demostrando las facilidades en ambas áreas (ha marcado y ha encajado goles en estos seis partidos). Con todo, presumo un encuentro marcado por la inercia que imprima el Rayo, que no es otra que el juego atacante. La ocasiones, por intención y formación, deberían ser protagonistas, y con ellas, esperemos que los goles.