Solo tiene veinticuatro años, pero Martin Fenin puede ser considerado el reflejo de la magnitud del fútbol, un deporte que crea y destruye mitos a una velocidad vertiginosa y que ha estado a punto de tragarse a otro gran talento. El checo se recupera de una hemorragia cerebral producida por el consumo abusivo de sustancias. Afortundamanete, la situación es reversible, y no debemos lamentar un trágico final como ya sucediera hace dos años con Robert Enke.
Fenin saboreó la miel del éxito a muy temprana edad. Su reconocimiento global llegó en la Copa del Mundo sub 20 de Canadá (2007). El jugador, por aquel entonces en el Teplice, equipo del que ya era jugador profesional con 16 años, lideró a la selección checa hacia la final, en la que perdieron ante la Argentina de Agüero. El buen campeonato del joven Martin le sirvió para salir de su pequeño país destino a una potencia futbolística, Alemania.
Lejos de acusar el cambio, Fenin tuvo un impacto inmediato en la Bundesliga. En su primer partido con su nuevo equipo, el Eintracht de Frankfurt, logró un hat-trick. Culminó una primera gran temporada, lo que le valió para ser considerado uno de los mayores talentos jóvenes en el mundo del fútbol, y pronto se especuló con su fichaje por clubes de entidad superior, como el caso de la Juventus. Sin embargo, Fenin permaneció en el Frankfurt tres temporadas más, en la que, si bien su participación en el equipo no disminuyó, su importancia dentro del mismo fue cada vez menor. La pasada temporada, el Eintracht de Frankfurt firmó una segunda vuelta desastrosa y terminó descenciendo a la segunda división del fútbol alemán, con un Fenin apagado, sin chispa, contagiado por el espíritu triste del equipo.
Así, este año decidió cambiar de aires y fichar por el Energie Cottbus, también de 2.Bundesliga. Las cosas no mejoraron en el primer mes y Fenin, quizás añorando tiempos mejores, cayó en una depresión y trató de buscar una salida. «Durante los últimos meses me ha acompañado un sentimiento de soledad y resignación», ha declarado el futbolista, que ya se encuentra bajo tratamiento para superar su crisis.
«No puedo superar este problema sin ayuda. Los cuidados médicos me ayudarán a volver y alcanzar mi máximo nivel de nuevo». Desde luego, todos esperamos que así sea.
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