Esperanza belga

Pepe Sarria - Un soplo de aire fresco recorrió el estadio Rey Balduino este viernes cuando la selección belga se enfrentó a la que para mí es la segunda mejor selección del mundo en la actualidad. Los Diablos Rojos llevan ya 8 años sin saber lo que es clasificarse para una gran competición y en esta ocasión lo van a tener otra vez muy difícil. Pero tras lo visto el viernes creo que hay motivos para la esperanza y, si bien la primera plaza del grupo me temo que es un objetivo imposible, la opción de ser segundos y de poder clasificarse vía repesca no es descartable.

Alemania planteó un equipo idéntico al del mundial de mediocampo para arriba, sólo la entrada de Badstuber y Jansen en defensa modificó el once tipo que vimos en Sudáfrica. Por su parte el técnico belga situó un teórico 4-2-3-1 que funcionó más como un 4-1-4-1, donde la labor de segundo pivote la desarrolló el jugador del Ajax Jan Vertonghen, que con su gran recorrido dificultó mucho el juego alemán en mediocampo y fue un buen apoyo para sus compañeros en ataque, me gustó mucho su actuación. El partido comenzó con Bélgica presionando y tratando de sorprender con la línea de 3-4 hombres por detrás del único punta, Lukaku. El delantero del Anderlecht tiene un físico espectacular pero técnicamente todavía me parece muy verde, le vendrá bien un tiempo en una liga como la belga porque con 17 años tiene toda una vida por delante para llegar a un grande, no creo que le beneficien las comparaciones con Drogba. Interesantes los 2 hombres que se situaron en banda, a ambos lados de Fellaini. Por la izquierda comenzó Dembelé y por la derecha el jugador del Lille Eden Hazard, aunque sus intercambios de posición fueron varios a lo largo del partido y, en general, creó más peligro el primero. Hazard me parece que tiene mejores condiciones pero apenas generó una situación destacable en todo el partido con una diagonal desde la izquierda, debería participar más. Mientras Fellaini a lo suyo, mucha presencia física y llegada, tuvo un par de ocasiones de gol bastante claras. Por su parte la Mannschaft fue equilibrando poco a poco el partido aunque no generó demasiadas ocasiones. Determinante Muller, que sirvió un balón magistral de tacón a Ozil en la primera parte y dio el pase a Klose en el gol. Es evidente que es un jugador diferente al resto, su apariencia desgarbada no refleja la inteligencia que hay en todos sus movimientos y pases, me deslumbró en el mundial y creo que tenemos jugador para rato. No me convence tanto Ozil, al que desde mi punto de vista se dio demasiado bombo en Sudáfrica, me parece un buen jugador con unas condiciones técnicas excelentes pero que promete más de lo que da. Espero, eso sí, verlo evolucionar y convertirse en una auténtica estrella, para mí todavía no lo es.

Volviendo al partido, se resolvió en una jugada puntual marcada, eso sí, por la determinación con la que salió Alemania tras el descanso, que buscó embotellar a los belgas y lo consiguió el tiempo suficiente para hacer un gol. Es destacable que en una selección tan joven como la que tienen los Diablos Rojos, el error de bulto que provocó el tanto lo tuviera un veterano como Van Buyten. Realmente no me sorprende, su lentitud ya le pasó factura al Bayern en la final de la Champions y contra Alemania se puede decir que les costó el partido. Es un lunar muy grande que deberá trabajar el seleccionador Leekens, sería fundamental encontrar un central con unas prestaciones superiores.

Pero reconozco que me gustó Bélgica, su rival era extremadamente complicado y la sensación no fue de gran superioridad de Alemania. Mucha gente joven, incluyendo a los dos laterales Vermaelen y Alderweireld, tendrán un partido el martes en Turquía donde espero que reafirmen las buenas sensaciones que han dejado en su debut aunque con algún punto que llevarse a la boca, eso sí. No será fácil ser segundos pero por primera vez desde hace tiempo se abre una esperanza en el fútbol belga y la meta de Ucrania y Polonia no me parece para nada inalcanzable.