Incertidumbre culé
Que el mes de abril empieza a marcar el futuro inmediato de cualquier club es algo indubitado. Que en ‘Can Barça’ deban temer tanto al presente como al término de la temporada, también. La sanción de la FIFA es una losa que parece pasar desapercibida para el aficionado de a pie, pero lo cierto y verdad es que tiñe de incertidumbre el planteamiento deportivo de los cursos venideros.
Varios frentes tiene abiertos el presidente ‘culé’. El primero de ellos lleva dos años flirteando con su salida o permanencia en el equipo, gracias a las indirectas veladas de jubilación asegurada de su representante y excompañera de alcoba. ‘Dani’ Alves ha pasado de ser un referente en el lateral derecho de los onces ideales a ser, objetivo número uno de los errores defensivos del FC Barcelona; ya ha declarado su representante que abandonará las filas ‘blaugranas’, pero todo puede dar un giro de aquí a junio por la urgencia del club. Previendo esto, el mancillado ex director deportivo de la entidad cruzó medio mundo para fichar a un tal Douglas, cuya presencia se reduce a la web oficial, intentando su sucesor enmendar la plana fichando a Danilo. Tarde. Tal vez ahora Montoya, fruto de esa admirada y cada vez menos protagonista cantera, salte a la palestra tras tener los dos calcetines fuera de la península. Pero solo será por necesidad, no por preferencia.
Y si el lateral derecho se plantea como un quebradero de cabeza difícil de calmar, el lateral izquierdo tampoco puede dormir tranquilo: Adriano ha suplido más que correctamente las intermitentes ausencias de Alba, pero su físico inestable hace que no sea una opción el apostar por él sin riesgo de padecer úlcera en un determinado momento. Que Mathieu puede ocupar esa demarcación no es algo en lo que sostenerse muy plácidamente si recordamos cómo salió el experimento en el Bernabéu, en la primera vuelta; dudo que, si el asturiano sigue con sus posaderas en el banco, vuelva a probar mucho esa variable. De La Masía nada se sabe en esta demarcación.
Los problemas en la línea defensiva no acaban ahí: a simple vista, la dupla Piqué—Mascherano, parece innegociable, y Bartra se ha erigido como alternativa en partidos menores para airear los pulmones de los titulares. El argentino, como ya se intuía con la llegada de Luis Enrique, seguirá ocupando en más de una ocasión el eje de medio campo, y sólo la confluencia de circunstancias permitirá seguir conjugando alineaciones sin mucho quebradero de cabeza. Pero una inoportuna lesión puede trastear el entramado. A Vermaelen ni se le espera. Si yo fuera Braida, mi obsesión sería un central que cubra los vaivenes de forma del “3” azulgrana, y el envejecimiento de piernas del “Jefecito”; algo que debería haber intuido Zubizarreta.
Ya se marcharon Valdés, Abidal, Puyol, Villa, y los próximos emblemas en salir de la Ciudad Condal parece que serán ‘Xavi’ y Pedro: dos bajas más que sensibles. ¿Sus recambios? No miren a la cantera. ¿Recuperar a Deulofeu y resto de cedidos? Entiendo que es impensable por muchos factores, sobre todo el de la posición que ocupan. Pregunten a Pedro Rodríguez. Solo volverán en caso de cuadrar dorsales. El bajo rendimiento de Iniesta, a la par que el aumento de cifra en su cartilla de nacimiento, plantean una incógnita difícil de asumir al comprobar cómo la que fuera su principal arma de juego, su centro de campo, merma en precisión, efectividad y rapidez con el paso de las temporadas y la falta de suplentes de garantías. ‘Rafinha’ no ha dado lo que de él se esperaba, y Rakitic no puede ejercer de jefe de esa línea. ¡Aaaay, Thiago! Ahora los dirigentes ‘culés’ pierden nalgas presionando a ‘Xavi’ para que cumpla el año de contrato y no se entregue a los brazos qataríes. ¿Recuperar estilo o adaptarse al impuesto por el entrenador actual? La situación en el filial no invita al optimismo.
En definitiva, y por mucho que los más férreos seguidores ‘culés’ vean en mis reflexiones bombas de humo, tal vez la solidificación de mis disparates se haga realidad más pronto que tarde. La dirección deportiva debe acelerar sus gestiones de remodelación de una plantilla, trabajo que ellos mismos parecen haberse dado cuenta de que será complicado sin poder tirar de talonario inmediato, handicap que se une a las bajas por edad y frustración. Sus rivales siguen moviéndose. Un año en el fútbol es una eternidad. La pólvora arriba está más que asegurada, pero no sólo son posibles títulos lo que reluce en los despachos de Barcelona hoy día. La temporada 2015/2016 hace semanas que comenzó en ‘Can Barça’, y a fe que lo hace revuelta y sin un rumbo claro.
Javi Ferrer
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