En la rúa de Riazor

No hay cosa que me dé más rabia que buscar algo y no encontrarlo, y eso me pasa con mis fotos de mi viaje a Galicia en 2006: ¡no están por ningún lado! Quería esperar a encontrarlas para relatar aquí mi visita a Riazor… pero ya me he dado por vencido: se han perdido. Si algún día aparecen, prometo adjuntarlas a este artículo.

En fin, a lo que íbamos: aquel agosto fui a Lugo con mis padres y mi hermana a ver a mis abuelos, como aún hacemos cada tres o cuatro veranos. Ya que estamos por allí, aprovechamos para visitar otras ciudades de la zona; aquel año decidimos ir a La Coruña y, cómo no, yo quise ir a Riazor. De hecho, gran parte de la culpa de que fuésemos a La Coruña la tuvieron mis ganas de visitar el estadio deportivista. Por aquellos tiempos, aunque ya frecuentaba el Camp Nou, yo también me sentía muy del ‘Dépor’ debido a (como ya he comentado) mis vínculos familiares.

Tras visitar un poco la ciudad, llegamos a la playa de Riazor y, prácticamente frente a ella, se encuentra el estadio homónimo del Real Club Deportivo de la Coruña. Preguntamos cuánto valía el tour y, aunque a decir verdad no recuerdo el precio exacto, no nos pareció mucho, así que acabamos entrando mi padre, mi madre, mi abuelo y yo; mi hermana y mi abuela se quedaron fuera, esperándonos.

A pesar de no poder ver las fotos, lo recuerdo todo perfectamente: éramos un grupo de unas 10 ó 12 personas, y nos llevaron por la zona mixta, el túnel de vestuarios, la sala de prensa… De hecho, me senté en las sillas de aquella sala: primero en las de la mesa principal, donde me sentí por un momento como los futbolistas cuando dan ruedas de prensa, como si fuese el fichaje de verano del ‘Dépor’ para la temporada 2006/07. Luego también me senté en las de abajo, en las de la prensa, y ahí ya acerté un poco más: aquello iba a marcar mi futuro, porque ahora es lo que estoy estudiando: periodismo. A pesar de no tener las fotos, sí que conservo algo de aquella visita: en la sala de prensa nos dieron unos pósters antiguos, de la temporada 2001/02, y yo aún tengo uno colgado en la puerta del trastero, que tras nueve años ahí enganchado, aún dura:

Obviamente, también nos enseñaron el terreno de juego, el verde; las gradas, el palco, el césped, los banquillos… estaba todo bastante bien cuidado, ya que eran vísperas del Teresa Herrera. Recuerdo perfectamente la foto que me hizo mi madre allí —foto que de hecho quería utilizar como portada de este artículo—: se veía de fondo el graderío blanquiazul, que marcaba un bonito contraste con el verde del césped, y en el medio estaba yo, equipado con mi camiseta del ‘Dépor’, con melenas y a loco. Sí: por aquellos tiempos tenía unas greñas considerables. Supongo que era lo que se llevaba.

Recuerdo perfectamente lo que pensé en aquel momento (supongo que son cosas que a uno le quedan marcadas): imaginaba ahí, en ese rectángulo verde, al mago Valerón endulzando al público con su clase; ahí era donde el canario daba lecciones de fútbol cada dos fines de semana. También era hí donde capitaneaban las leyendas Mauro Silva y Fran, donde se hinchaban a marcar goles el gran Diego Tristán y mi paisano Albert Luque (que se acababa de ir a Inglaterra, al Newcastle, algo que me dolió mucho); donde Don Javier Irureta había comandado a un equipo de ensueño los años anteriores (por aquel entonces ya estaba Caparrós). Sí, ahí: delante de mí.

Pero también recuerdo cómo siempre me reconcomía por dentro lo injusto que era que pudiese ir al Camp Nou casi cada semana y que nunca pudiese ir a Riazor: sentía que estaba marginando a uno de mis dos equipos. “Nacho, no es tu culpa que vivas a mas de 1.000 km de uno de los dos”, me decía a mí mismo. Pero aquel día pude visitar aquel estadio que tanto había deseado, y eso no lo olvidaré nunca.

Por aquel entonces habían pasado ya un par de años desde el 4-0 al Milan en aquella Champions, con un desenlace tan injusto ante el Oporto de ‘Mou’ en semifinales, pero fue de lo primero que recordé. “Aquí es donde vieron en directo aquel recital. Aquí vibraron, como yo en casa, con los goles de Pandiani, Valerón, Luque y Fran“. El día en el que el ‘Dépor’ humilló al que era el vigente campeón por aquel entonces. El día en el que nuestro 21, Valerón, superó al otro 21, a Pirlo. A la izquierda tenéis el vídeo de aquella eliminatoria: una auténtica maravilla.

El hecho de haber perdido las fotos quizás sea una señal para que vuelva otra vez, para que vaya a ver un partido en directo allí, en Riazor. Y espero que así sea. Lo que tengo claro es que esa fue la primera vez que puse alí los pies, pero sin duda no va a ser la última.

 

Nacho Fariñas Ribes

Cosecha del 93. Actualmente en Mundo Deportivo. Estudiante de Periodismo en la Facultad de Comunicación Blanquerna y columnista en 'El Fútbol es Injusto,' sección 'El Fútbol es Soñar'. Jugador de fútbol sala. Fan de cualquier futbolista con el diez a la espalda.

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