Berlín en su balanza

La madre de Andrea Pirlo nunca ha necesitado comprar un termómetro.  Su hijo es transparente; pocas veces ha dejado de ser lo que aparenta. En la calle, como en el césped, representa un modelo de vida particular, un glamur llevado con extrema serenidad. Pero al mismo tiempo su carácter, que es parte de su don, también le hace un flaco favor al sistema defensivo de sus equipos.

Pirlo: “No siento la presión. Nunca. Me importa muy poco. La tarde del 9 de julio de 2006 la pasé durmiendo y jugando a la PlayStation. A la noche, salí y gané la Copa del Mundo.” Fuente: Autobiografía de Andrea Pirlo (Pienso, luego juego. 2013).

Hoy ‘Max’ Allegri sabe que cuenta con 10 jugadores para cerrar líneas. Nadie espera que Andrea haga la tarea de un mediocentro posicional al uso. La razón de su titularidad (aunque se está barajando su suplencia), más allá del aspecto psicológico, es que su pie todavía sigue determinando cualquier partido. Faltan 90 minutos para saber si su fútbol sumará o lastrará al juego de un equipo que afronta la noche más importante de su última década. En cualquier caso, si finalmente Allegri pone al genio al mando del mediocampo, ningún juventino pondrá oposición al jugador que se convirtió en la razón de ser de la emergente ‘Vecchia Signora’, que no hay que olvidar que es producto de los escombros de la etapa del “Calciopoli”.

Pirlo: “El clásico centrocampista mira al frente y ve a los delanteros. Yo, en cambio, me fijo en el espacio que hay entre ellos y mi posición. Es una cuestión más de geometría que de táctica. El espacio parece más grande para mí. Lo veo como un muro de fácil derribo.” Fuente: Autobiografía de Andrea Pirlo (Pienso, luego juego. 2013)

En el partido de Turín, la espalda Pirlo no fue un problema porque el Real Madrid salió sin referencia arriba. Marchisio, Vidal y Sturaro sudaron lo suficiente como para detener a un Real plano y poco profundo. A diferencia de 2013 (fase de grupos), Ancelotti no pudo contar con la pieza que da sentido a los jugadores que le rodean: Karim Benzema; el francés, como en tantas otras noches de Copa de Europa, se hizo grande en el Juventus Stadium. Karim bordea el dibujo y los James, Marcelo, ‘Isco’ y Cristiano lo colorean. Faltando por saber si jugará desde el inicio, la labor de ‘Chicharito’ en su lugar será un mal menor (ya demostró en la última media hora de la ida que con sus toques el Madrid puede apretar).

Intentando descifrar el partido de esta noche imagino un contexto muy parecido al de los clásicos enfrentamientos que los escudos blanco y blanquinegro han ido sellando en los libros de historia. En ese caso, si la defensa responde y el Morata-Tévez se ofrece como en la ida, Pirlo puede ser diferencial con sus pases de larga distancia y convirtiendo las jugadas de estrategia en una noche eterna para Casillas. Si la ‘Juve’ se siente obligada a marcar en el Bernabéu (que es lo más probable), medio billete a Berlín dependerá de la balanza de Andrea Pirlo. La actual fragilidad del Real Madrid en todas las facetas del juego defensivo es un juguete para un jugador como él, que sale al campo sin piedras en las botas. Todo pasa por recurrir al lado bueno de su juego.