César Jiménez: la verdadera traición de Luís ‘Figo’

Ficha Técnica César Jiménez

Hace tan sólo unos días, tuvo lugar en el Palacio de los Serrano (Ávila) el estreno del documental Los otros sueños, dirigido por Jesús del Caso: se trata de un cortometraje en el que se aborda, desde un punto de vista pedagógico, la historia del exfutbolista César Jiménez, que vio truncada su halagüeña carrera deportiva por culpa de una infortunada lesión provocada por una durísima entrada de Luís ‘Figo’ sobre su rodilla izquierda durante un lance del encuentro Real Madrid-Zaragoza en la temporada 2004-2005.

Y es que, dejando a un lado el aspecto meramente técnico, Luís ‘Figo’ será siempre recordado por su puñalada trapera a la parroquia ‘culé’ en el verano de 2000, cuando Florentino Pérez, en un jugada de estrategia digna de ser enmarcada, lograba convencer al futbolista de que se vistiese la inmaculada casaca madridista; todo ello ante la lógica incredulidad de prácticamente el 100% de los aficionados azulgrana que, tan sólo meses antes, habían idolatrado al extremo luso hasta límites insospechados.

Lo que algunos no recordarán con tanta nitidez es que la gran traición no la cometió Figo fuera de los terrenos de juego y con los aficionados barcelonistas como principales damnificados, sino en el Santiago Bernabéu, bajo la atenta mirada de la grada ‘merengue’ y con un compañero de gremio como víctima. Y es que el 16 de enero de 2005, en un partido entre los blancos y el Real Zaragoza, el jugador portugués perdía momentáneamente los estribos y acababa realizando una temeraria entrada sobre la rodilla izquierda de César Jiménez, prometedor central del Real Zaragoza que, a raíz de aquel episodio, acabaría diciendo adiós a los terrenos de juego después de dos años intentando retornar, sin éxito, a la práctica del balompié.

Castilla, Zaragoza B y debut en Primera

César Jiménez, chico de barrio y ‘culé’ durante su tierna infancia, se formó como futbolista en los escalafones inferiores del Real Madrid —Vicente del Bosque fue uno de los artífices de su incorporación a ‘La Fábrica’ madridista— y llegó a ser internacional con las categorías inferiores de la selección española.

El central abulense siempre contó con un futuro prometedor, que lo llevó a fichar, en 1998, por el filial del Real Zaragoza, donde sus buenas actuaciones en el centro de la retaguardia zaragocista junto a ‘Chechu’ Dorado le permitieron dar el salto al primer equipo en el tramo final de la temporada 2000-2001, cuando Luis Costa era el entrenador de la primera plantilla ‘maña’ y la dupla ‘Paco’ Jémez-Aguado repartía cátedra en el centro de la defensa zaragocista.

Aunque en la campaña de su debut el futbolista tuvo una participación escasa debido al handicap de tener que alternar su presencia en el filial con algunos encuentros en el primer equipo zaragozano —hecho que no impidió que pudiera celebrar su primer título como ‘blanquillo’ (la Copa del Rey lograda en 2001)—, el castellanoleonés ya apuntaba maneras en el césped de La Romareda, y muchos veían en él la figura de ese central de envergadura y contundencia, siempre tan necesario en equipos obligados a bajarse al barro en todas y cada una de las agotadoras 38 jornadas ligueras que se suceden a lo largo de una campaña en Primera División.

Cesión al Almería

Después de una convulsa segunda temporada en el primer equipo zaragocista —‘Txetxu’ Rojo, Luis Costa y Marcos Alonso pasaron por el banquillo de La Romareda durante aquella temporada— que acabó con el descenso del club zaragocista a Segunda, y con un César Jiménez que no terminaba de asentarse en una primera plantilla reacia a probaturas, el Almería de Juan ‘Casuco’ vio en el joven central una excelente opción para reforzar a un equipo que acababa de ascender a la categoría de plata del fútbol español, por lo que el nuevo técnico zaragocista, ‘Paco’ Flores, no opuso resistencia alguna al préstamo del futbolista.

En tierras andaluzas, el jugador nacido en Ávila no tuvo problemas para asentarse como uno de los centrales titulares del equipo. En el conjunto almeriense permaneció César dos campañas, durante las cuales demostró lo que se le había vislumbrado años atrás: central contundente, de envergadura, con buena salida de balón (había actuado en sus inicios como mediapunta y mediocentro) e incluso goleador, gracias a su potente remate de cabeza —muchos almerienses recordarán los dos tantos que le endosó en la 03-04 al ‘Poli’ Ejido, eterno rival de la UD Almería—. Motivos más que suficientes para encandilar a la grada del Estadio Municipal Juan Rojas.

Luz en un camino que terminó convirtiéndose en un callejón sin salida

Así pues, César Jiménez concluía, con éxito, su proceso de aprendizaje en la ardua escuela de la Segunda División, por lo que le tocaba volver, con buena parte de la lección aprendida, a un Zaragoza que de nuevo se las prometía felices en la máxima categoría nacional y que, además, venía de lograr la Copa del Rey de la mano de Víctor Muñoz.

César sabía que no iba a ser una temporada fácil: con la dupla defensiva Álvaro-Milito como inamovible, al central abulense le tocaba esperar una oportunidad que posiblemente llegaría más pronto que tarde si se cumplía el rosario de lesiones que se le había presupuesto —o al menos el equipo médico del Real Madrid así lo creía— a ‘Gaby’ Milito desde su llegada a la capital aragonesa. Pero lo cierto es que nada se supo de la supuesta fragilidad física del central argentino, ni tampoco de la conjeturada irregularidad del brasileño, por lo que el exjugador del Almería tuvo que esperar su oportunidad hasta la jornada 19 de Liga cuando, con Milito sancionado, la eterna paciencia del futbolista se pudo ver recompensada con la disputa de sus primeros minutos ligueros de la temporada en un escenario tan codiciado como el Santiago Bernabéu: era 16 de enero de 2005, corría el minuto 22 de partido y el Zaragoza ganaba por 0-1 con gol del ‘Guaje’ Villa, cuando ‘Figo’, posiblemente en uno de esos ataques de ira que sólo entienden los divos del balompié, hacía añicos la rodilla izquierda de César bajo la atenta mirada de un permisivo Losantos Omar.

“Sentí un golpe, pero no un golpe que me hiciera pensar en que me había roto la pierna. Sobre todo un vacío. Al ponerme de pie, sin apoyar y sin nada, vi que no tenía fuerza en la rodilla” César Jiménez sobre el momento de su lesión

Después de la desgarradora lesión, tocaba recuperarse para volver a jugar. Y César lo intentó todo; incluso llegó a verse totalmente recuperado en los entrenamientos. Pero aquello fue tan sólo un espejismo, una quimera que tan sólo le permitió disputar 15 minutos en la penúltima jornada liguera de la 05-06 frente al Alavés: sus últimos minutos como futbolista profesional.

Así, consciente de que cuatro operaciones y dos temporadas en blanco eran demasiado castigo para un jugador necesitado de reponerse tanto física como mentalmente, en 2007 el jugador abulense decidió poner fin a su corta pero labrada carrera como futbolista profesional, cruelmente truncada por los tacos de la bota de un compañero de profesión que, aquel 16 de enero de 2005, se exhibió ante sus fieles ataviado como el más despiadado de los verdugos.

MOMENTO CUMBRE

Etapa en la UD Almería (2002-2004). En el conjunto andaluz, el futbolista cedido por el Real Zaragoza dispuso de la regularidad que todo futbolista precisa para comenzar a labrarse un futuro en el fútbol profesional. El central respondió dando un notable rendimiento durante las dos temporadas que permaneció en la entidad almeriense.

MOMENTO INJUSTO

16 de enero de 2005. Real Madrid-Zaragoza. Transcurría el minuto 22 de partido cuando Luís ‘Figo’ cometía una brutal entrada sobre la rodilla izquierda de César Jiménez. Dos años más tarde, las secuelas de aquella acción supondrían el adiós definitivo del jugador abulense a los terrenos de juego.

TRAYECTORIA EN CIFRAS

Trayectoria en cifras César Jiménez

 

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 Fuentes bibliográficas: bdfutbol.com ; elpais.com ; as.com ; youtube.com ; elperiodicodearagon.com ; diariodeavila.com
Foto de portada: elperiodicodearagon.com

Leandro Serrano

El fútbol me interesa porque es una religión benévola que ha hecho muy poco daño. Futbolero empedernido desde 1990. Columnista en El Fútbol es Injusto.

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