Paul Pogba, una perla blanca y negra

Media hora de juego había transcurrido en el estadio San Paolo de la hermosa ciudad de Napoli cuando la tierra se estremeció. Los dioses habían demostrado nuevamente su poder infinito con una de sus creaciones. No, no fue esta vez el Vesubio que destruyó Pompei, este nuevo fenómeno de la naturaleza había sido importado desde Francia vía Reino Unido para hacer temblar toda la península italiana. Su nombre es Paul Pogba.

Era 11 de enero del 2015 y se jugaba un clásico histórico en la capital partenopea, Napoli vs Juventus. Cuando Maradona y Platini iluminaban los campos de la Serie A, ese encuentro era considerado un duelo directo por el Scudetto. Esta temporada, tres décadas más tarde, las ambiciones del conjunto dirigido por Rafael Benítez mantenían viva la mística del encuentro, lo cual daba mayor importancia a la victoria. El momento mágico en el minuto 29 cuando un balón flotado sobre la esquina del área grande captó la mirada del joven Paul quedará marcado en la memoria como una señal del destino. La misma potencia, el mismo gesto técnico, la misma puntería y el mismo desenlace vivimos hace 13 años en una inolvidable final de UEFA Champions League, cuando la zurda de Zidane diera la novena ‘Orejona’ al Madrid.

Imagino el rostro de Sir Alex Ferguson cada vez que ve jugar a Pogba. Debe sentir algo mordiéndole el estómago al ver cada gol, cada asistencia, cada gesto técnico que el joven francés regala al público. El experimentado entrenador escocés, con toda su sabiduría y astucia en el banquillo del Manchester United, no supo ver que se le escapaba de entre las manos un magnífico jugador, uno que hoy es más valioso dentro y fuera del campo que todos los demás en la plantilla del conjunto inglés. Pensar que fue cedido por apenas un millón de euros y hoy su agente, Mino Raiola —segundo representante más famoso y poderoso del mundo futbolero, detrás de Jorge Mendes— lo valora en más de cien millones, precio superior incluso al que pagó el Madrid por Bale hace poco más de un año.

Pogba es lo que en Inglaterra denominarían box-to-box: un centrocampista total, capaz de perseguir al contrario y robarle la pelota, proteger la esférica con su físico, hacer un par de gambetas para engañar al rival y empezar la carrera hacia el frente de ataque donde bien puede dar un delicado pase gol o disparar con potencia a la esquina donde el portero no llega. Todo eso es Pogba, fuerza y clase en un mismo jugador. Lidiando cada domingo con los defensores mejor entrenados de Europa es capaz de brillar en la adversidad. Obtener el reconocimiento de la prensa especializada en el torneo más difícil del mundo, y vistiendo además la camiseta de la ‘Juve’, Pogba sigue los pasos de Michel Platini y Zinedine  Zidane hacia la cima.

Hoy la Juventus disfruta de su corona, una vez más dueña y señora de Italia. El hermoso Scudetto lucirá un año más cosido en el pecho de la camiseta más antigua de la Serie A para hacerle saber a todo el mundo que ha llegado el equipo campeón, representante de todo un país y una cultura. Paul Pogba fue una parte de ese título, y aquel gol al Napoli bien podría ser la postal. Pero al joven francés le restan dos pruebas para terminar el curso, dos materias que aprobar antes de avanzar al siguiente nivel en el camino al Olimpo donde residen ‘Zizou’ y Platini. La primera será esta noche en el Santiago Bernabéu, el mejor escenario del planeta para hacer gala de su talento. Ante el campeón reinante de Europa y el mundo, Pogba tendrá la oportunidad de ser nuevamente el valor agregado de la Juventus y enamorar al público a la vez. Tendrá que usar todo su repertorio de garra, fuerza y clase, incluidos esos controles exquisitos y sutiles que tanto gustan en Chamartín, y no estaría demás una roulette en homenaje a Zidane.

Quizás sea casualidad que hoy el destino marque el retorno de Paul al torneo continental por excelencia, justo en el Bernabéu, el que fue durante cinco años templo y hogar del mago ‘Zizou’, y justo vistiendo la camiseta a rayas blancas y negras que también lució otrora internacional francés y campeón del mundo antes de mudarse a Concha Espina. El Madrid y la Juve están unidos por una larga historia de enfrentamientos, y en el pasado reciente estuvieron unidos por ese magnífico jugador que dio al madridismo un recuerdo para enmarcar en la sala de visitas de cualquier aficionado. Hoy, estos clubes estarán unidos sobre el campo por el deseo de acceder a la finalísima de Berlin, y en el medio del escenario estará la nueva perla del fútbol galo, una perla bianconera llamada Pogba.

Foto: scmp.com
Foto: scmp.com

Arturo Loaiza

"Vinotinto es mi sangre. Azzurro es mi corazón. Rossonera es mi piel. Fútbol es mi pasión"

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