El ‘ghetto’ Spur

Pensaba que ya os había explicado todas mis visitas a estadios londinenses, pero aún me quedaba una: White Hart Lane. Aquel verano de 2013, otra cosa no, pero estadios de fútbol ingleses, visité unos cuantos. Que si Craven Cottage, que si el Emirates Stadium, que si Stamford Bridge… de todo un poco. Aquel día recuerdo que fuimos por la mañana al estadio del Chelsea y, después de comer, enfilamos una curiosa excursión hacia el estadio de los Spurs, del Tottenham.

Quedaba bastante alejado de donde estábamos, pero con un par de transbordos de metro nos acercamos al área del noroeste de Londres. El problema es que luego había que tomar desde allí un autobús de tres zonas, y nuestros abonos eran de sólo dos. “Hemos venido a probar“, dijimos, así que cogimos el bus con la esperanza de que nos sirviese el ticket y equilicuá, estábamos dentro. Conforme íbamos avanzando, la sensación de “Dios mío dónde me he metido” empezaba a aumentar; salíamos cada vez más hacia las afueras, y los barrios que veíamos alrededor eran bastante inquietantes. Casas y pisos viejos, con bastante pobreza y mucha inmigración. Sentía que Tania acabaría odiándome por llevarla a esos sitios tan sumamente románticos, pero en realidad el que estaba más preocupado era yo. No sabía si exactamente lograríamos llegar, y encima nos estábamos alejando mucho del centro, adentrándonos en barrios que vete tú a saber qué habría por ahí. Pero, tras unas cuantas paradas, el bus 279 llegó a la parada que tenía yo apuntada en mi cuaderno: Tottenham Sports Centre.

Andamos cuatro pasos y ahí estaba. Yo no sé si sería porque era un domingo de a principios de agosto y a media tarde, pero ahí no había ni Dios; la mayoría de comercios cerrados, y los aledaños de White Hart Lane totalmente vacíos, desangelados. En el Emirates habíamos pillado mucho ambiente porque había un torneo amistoso; en el Bridge también había algo de gente visitando museo y tienda; pero allí, nada de nada. Incluso la tienda estaba cerrada. Yo no digo que el estadio del Tottenham no esté bien, no sea bonito o no haya ambiente, pero desde luego no vayáis en un día que no haya partido, porque entre ir ahí e ir a un polígono industrial abandonado, apenas hay diferencia.

Dimos toda la vuelta a la manzana del estadio en busca de alguna puerta abierta o algo con un poco de ambiente (ahí vimos que la tienda estaba cerrada), pero nada. Lo único, un campo de entrenamiento que había enfrente por la parte de atrás, pero nada del otro mundo. La ciudad deportiva del Tottenham estaba claro que no era, ya que esa es mucho más amplia y con más campos. En fin, todo muy frío y sin un alma. Los alrededores parecían de un auténtico gueto, de ahí el título del artículo. Ruinas, edificios antiguos, fábricas… El estadio —que por dentro me parece bastante bonito por lo que he podido ver en televisión— por fuera parecía también una especie de nave industrial; no era precisamente muy estético.

Vimos que, curiosamente, el próximo partido iba a ser contra el RCD Espanyol de Barcelona, pero tampoco había taquillas abiertas para las entradas. Parecía una ciudad fantasma. Después de esa visita fugaz y, no os voy a engañar, bastante decepcionante, nos volvimos hacia la parada del bus sin saber muy bien como volver. Preguntamos al conductor del autobús que paró, y más o menos nos entendimos para acabar volviendo a la parada de metro dónde todo había empezado: Seven Sisters. Una parada dónde precisamente había una tienda oficial del eterno rival de los ‘Spurs’, el Arsenal. Y vimos como venían manadas y manadas de seguidores ‘Gunners’ que volvían de presenciar la Emirates Cup (el día anterior habíamos estado por allí también: es un torneo que dura dos días, todo el fin de semana).

En definitiva, se podría decir que fue una visita extraña. No quiero tildarla de decepcionante, porqué tampoco sería justo. Simplemente quiero pensar que no fui el día indicado. Ahora espero tener la oportunidad de volver algún día, y que ese día haya partido. Y ver el verdadero ambiente de White Hart Lane. Ver a ese equipo, ese estadio, esa afición. Ver a Harry Kane y los suyos; es algo que tengo pendiente y espero poder cumplir. Poder vivir el famoso “COYS” (Come On You Spurs) en directo. Quizás a otra persona que visita el estadio y se encuentra este panorama, lo último que piensa es en volver. Yo ya os digo que quiero volver, ver un encuentro y cambiar por completo mi imagen de WHL. Y así será, estoy seguro.

 

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Nacho Fariñas Ribes

Cosecha del 93. Actualmente en Mundo Deportivo. Estudiante de Periodismo en la Facultad de Comunicación Blanquerna y columnista en 'El Fútbol es Injusto,' sección 'El Fútbol es Soñar'. Jugador de fútbol sala. Fan de cualquier futbolista con el diez a la espalda.

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