Mirada sobre un goleador: Davor Šuker

Tenía apenas ocho años cuando comencé a escuchar su nombre. Faltaban pocos meses para el comienzo de Francia ’98 y en Argentina se analizaba al rival más difícil que tenía el Grupo H: Croacia. Se trataba de una selección que supo ganar cómodamente el mundial Sub-20 en Chile en el año 1987 y que llegaba para disputar su primera Copa del Mundo, casi 11 años después, en su punto más alto de maduración, mostrando buen fútbol y con un delantero centro temible: Davor Šuker.

Todos los 1 de enero, además de celebrarse el nuevo año que comienza, Šuker festeja su cumpleaños. Este 2014, el croata sopló 45 velas. Tomaremos esta efeméride para repasar parte de su trayectoria futbolística: su paso por la Liga española, y su memorable desempeño en el combinado nacional.

Davor Šuker nació en la ciudad de Osijek en el año 1968, cuando Osijek formaba parte de Yugoslavia. En 1991, tras el desmembramiento del territorio yugoslavo y la aparición de nuevos países, entre ellos la actual Croacia, Osijek se convertiría en la cuarta ciudad croata en importancia, ubicada al este de la nueva nación. Como toda gran ciudad, Osijek tenía su propio equipo de fútbol homónimo.

En 1984, con 16 años, Davor Šuker hizo sus primeras apariciones en el Osijek. Cinco años más tarde, tras sus buenas actuaciones en la liga local y un gran desempeño en el Mundial Sub-20 de 1987, (obtuvo el Balón de Plata tras marcar media docena de goles),  el Dinamo Zagreb, el equipo más poderoso de la liga croata, lo incorporaría a sus filas.

La Copa del Mundo juvenil que se disputó en Chile en 1987 marcaría un antes y un después para la selección croata. Una nación joven que comenzaba a participar de competiciones deportivas se encontró con una generación de futbolistas espléndida: Šuker, Boban, Prosinečki, Jarni y Stanić entre otros, llevaron a la, en aquel entonces, selección de Yugoslavia a lo más alto del podio. Gran parte de ese poderoso plantel, tras las guerras de independencia en territorio eslavo, terminarían defendiendo los colores de Croacia.

La participación de Davor Šuker en ese Mundial y su importancia dentro del equipo campeón lo potenciaron e hicieron que equipos de las grandes ligas europeas pusieran sus ojos en él. Goleador de su selección, anotó 6 goles y se adueñó del Balón de Plata, terminando como el segundo goleador del certamen. Sus compañeros Robert Prosinečki y Zvonimir Boban serían elegidos como los dos jugadores más valiosos de la Copa del Mundo.

Ese grupo de jóvenes sería el germen de la Croacia que más de una década más tarde, en Francia ’98, no sólo conseguiría clasificarse por primera vez a un campeonato mundial, sino que también pondría a su selección entre las mejores del mundo.

El Sevilla FC fue el equipo que le abrió al artillero croata las puertas del fútbol español. Llegó en el año 1991. Poco a poco, Šuker fue convirtiéndose en ídolo de los blanquirrojos, hasta el punto de considerarse él mismo hincha acérrimo del club. Permaneció allí hasta el año 1996 cuando fichó por el Real Madrid. Aunque no pudo obtener títulos con el Sevilla, con sus 156 partidos jugados y 76 goles anotados (0.48 de promedio de gol, altísimo), Šuker entró por la puerta grande al fútbol europeo.

Los años entre 1996 hasta 1998 serían los más importantes para el delantero. Fichó por el Real Madrid, y los primeros (y más importantes) logros comenzaron a galardonar a su carrera. La casa blanca sería para Šuker una vidriera internacional y un paso a la primera plana del fútbol mundial. En Madrid esos años dio la vuelta olímpica en cuatro ocasiones: una Liga (1997), una Supercopa de España (1997), una Champions League (1998) y una Copa Intercontinental (1998).

Su estancia en el Madrid tuvo otros condimentos. No mostró un buen rendimiento a principios de la temporada ‘97 y los aficionados merengues dudaron de sus aptitudes. Davor Šuker tampoco solía callarse cosas de sus entrenadores que le fastidiaban. Esto generó algunos cortocircuitos. Primero con Fabio Capello, y luego con John Toshack. La relación con el entrenador galés se rompería por completo generando la salida del croata del Bernabéu.

Inglaterra sería su destino. Quizás los momentos más destacados de su carrera habían ya pasado. Ficharía por el Arsenal FC, en el cual jugó sólo 22 partidos, y terminaría su carrera jugando en el West Ham United primero, y luego en el Munich 1860.

Francia ’98 fue su mundial. Šuker pasaba por su mejor momento en el Real Madrid y la selección de Croacia llegaba al campeonato del mundo a un gran nivel. Las condiciones estaban dadas para que ocurriera lo que ocurrió.

Davor Šuker marcó goles en seis de los siete partidos que su selección disputó. Con seis tantos en total, se consagró como el máximo goleador de la Copa del Mundo. Sólo en el tercer encuentro de la primera fase, donde Croacia cayó por 1 a 0 contra la selección Argentina, el delantero del Real Madrid no podría anotar.

Los goles más importantes del croata llegarían en la segunda fase. En octavos de final Croacia se cruzaría con la fuerte selección rumana. Un gol de Davor Šuker desde los once pasos sobre el final del primer tiempo aseguraría el pase y pondría a su selección entre las ocho mejores del mundo.

Croacia jugaría tres partidos más en ese Mundial, quizás los más importantes. Le tocaría enfrentar potencias mundiales: Alemania, Francia y Holanda. En los tres partidos Šuker estuvo presente y aportó goles.

En el encuentro contra la selección alemana, Šukerman, como lo llamaban, marcó el 3 a 0 sellando una goleada histórica y el pase a semifinales. Croacia ya estaba entre las mejores cuatro selecciones del mundo, algo impensado en la previa.

El partido contra Francia pondría freno a la racha croata. Si bien Davor Šuker anotó el gol de la victoria parcial, la selección francesa dio la vuelta al resultado con dos goles del defensor Lilian Thuram. Francia dejaba a Croacia fuera y sin el sueño de la final. Sólo quedaba la ilusión de un tercer puesto. En la otra semifinal, Brasil venció a Holanda en los penaltis y garantizó su pase al partido final. Holanda, eliminada, sería el rival a vencer por un lugar en el podio.

En Parque de los Príncipes el match por un lugar entre los tres mejores comenzó reñido pero con goles. Croacia dio el primer golpe de la mano de Prosinečki. La respuesta de Holanda no se haría esperar. Un gol de Zenden a los 21’ de la primera parte marcaría el empate parcial. Los futboleros solemos decir que cracks son aquellos jugadores que se visten de héroes en partidos importantes, cuando la pelota quema. Davor Šuker sacó diploma de crack en ese partido. A los 35’ de la primera mitad, desde el sector izquierdo, casi entrando al área grande, conectaría un zurdazo cruzado fuerte y rasante que dejaría sin nada que hacer al buen arquero holandés, Edwin van der Sar. Era el 2 a 1 final. Croacia, la revelación, se alzaría con la medalla de bronce en Francia ‘98. Šuker y esa gran generación de futbolistas croatas tendrían mucho que ver con eso.

El 5 de julio de 2012, Šuker fue elegido nuevo presidente de la Federación de Fútbol de Croacia, cargo que ostenta desde entonces. Los desafíos que tiene al frente de la máxima institución futbolística de su país son grandísimos. El fútbol croata y sus clubes se encuentran inmersos en una fuerte crisis económica y financiera, una bajísima concurrencia de espectadores en los partidos de liga y escándalos vinculados a las apuestas ilegales. Ese partido reñido es el que está jugando hoy el delantero croata.

Matías Rodríguez F.

Estudiante de Periodismo en ETER. Hincha de River Plate. Me lees en la revista #ElPezDigital de @grupoelpez.

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