España, esperando la revolución (todavía)

La dolorosa e inesperada debacle que sufrió la selección española durante el pasado Mundial de Brasil invitaba a una reflexión profunda, cuya conclusión principal era evidente: España necesitaba una revolución total, un giro de 180 grados, para revertir una situación que no era digna de un equipo legendario. Los primeros en percatarse de esta realidad fueron dos de los principales referentes del excelso estilo de juego que tantas alegrías nos dio en el pasado: ‘Xavi’ Hernández y ‘Xabi’ Alonso. Con esa habitual clarividencia de la que hacen gala sobre el verde del terreno de juego, ambos comprendieron que su ciclo en ‘la Roja’ había concluido y que debían dejar paso a una nueva generación de futbolistas sobre la que construir, de nuevo, un equipo ganador.

Por desgracia, parece que tan solo ellos dos vieron que el cambio dentro del combinado nacional necesitaba, en realidad, ser una profunda renovación. Pero ni la Federación tuvo el valor de reemplazar al técnico que nos había hecho Campeones del Mundo y de Europa, ni Vicente del Bosque supo —o quiso— ver que lo mejor era apartarse y que todo comenzase de cero. Y claro: si los cambios no empezaban desde los puestos de mando, tampoco lo iban a hacer en lo que a futbolistas se refiere.

Es cierto que las primeras convocatorias post-Mundial dejaron un halo de esperanza para todos los que anhelaban la esperada reconstrucción. Hombres como Gayà, Alcácer, Carvajal o ‘Nolito’ se asomaron por las convocatorias de la absoluta, en lo que se atisbaba como el comienzo de una nueva etapa en la que progresivamente irían entrando otros futbolistas con el fin de rejuvenecer el grupo y alimentar la competitivad y el hambre de éxitos.

Pero la cruda realidad es otra, diametralmente opuesta: han pasado ya 7 meses desde el descalabro mundialista, la fase de clasificación para la Eurocopa 2016 ha llegado a su ecuador y las sensaciones hasta el momento no son muy esperanzadoras. España no tendrá problemas para alcanzar la fase final que se jugará en Francia, pero con este nivel de juego se antoja bastante inverosímil que el equipo sea capaz de competir con las principales potencias y, en resumidas cuentas, la única revolución acometida por el técnico salmantino ha sido dejar de convocar a Fernando Torres, Villa y Reina. Es duro reconocerlo, pero es así, y jugadores como Casillas o Iniesta siguen siendo intocables a pesar de ser actualmente sombras de lo que fueron antaño, y otros como Albiol, Pedro o Cazorla siguen ocupando puestos en las convocatorias que bien podrían ser empleados para llamar a gente nueva.

Y lo peor es que el seleccionador, en contra de lo que le ha caracterizado en su dilatada y exitosa carrera en los banquillos, ha comenzado a dejar de utilizar el sentido común. Repasando las últimas listas, hacen daño a la vista algunas decisiones cuya comprensión resulta un ejercicio harto complicado. O empiezan a cambiar muchas cosas, o la época dorada de nuestra selección será un recuerdo cada vez más lejano.

Presentamos, línea por línea, cuál debería ser nuestro equipo de futuro:

Portería

Bajo palos, la vida sigue igual. Que nadie se agarre a teorías conspirativas ni nada por el estilo, pero la realidad es que Casillas no está para ser titular. Y no se trata sólo de su actual estado de forma, bastante alejado de aquel que le convertía en imbatible: es que a día de hoy, De Gea es el mejor portero español, y su titularidad, como diría aquél, es innegociable. Aún así, Iker debe seguir siendo un fijo en este grupo, aceptando un rol de suplente que aporta experiencia y veteranía, ayudando a los más jóvenes. Además, a todo esto se suma la habitual manía de convocar como tercer portero a cancerberos que no van a aportar nada nuevo al grupo, y que nunca van a jugar en un encuentro oficial (esta vez ha sido Asenjo, pero la idea era llevar a Moyà, que supera la treintena, y en otras ocasiones ha sido ‘Kiko’ Casilla, también un veterano) en lugar de llevar a jóvenes talentos que vayan sumando experiencia como podrían ser Joel Robles o Diego Mariño.

Defensa

La línea defensiva parece que se ha estabilizado algo, sobre todo con la vuelta al primer nivel de Piqué y el excelente rendimiento de Sergio Ramos con ‘la Roja’. Además, los laterales dan la sensación de estar muy bien cubiertos con Carvajal, ‘Juanfran’, Jordi Alba, Gayà, Bernat y Azpilicueta. Pero aún así, algunos nombres chirrían dentro de esta selección. ¿Cómo es posible que Albiol siga yendo y, lo que es peor, jugando de vez en cuando? Incomprensible que Bartra, que apenas juega en el ‘Barça’, y que San José, al que le está costando un mundo hacerse un hueco en la zaga de San Mamés, se estén convirtiendo en habituales por delante, por ejemplo, de un Álvaro Domínguez que está rindiendo de forma notable en su aventura alemana en Möenchengladbach, o de un Íñigo Martínez que vuelve a ser el central que apuntaba hace un par de temporadas.

Centro del campo

He aquí el mayor problema del que parece no darse cuenta Vicente del Bosque: aquel juego de centrocampismo, con posesiones infinitas con el que España dominaba y controlaba los partidos de principio a fin, es ya historia. Con los jugadores de que actualmente dispone el combinado nacional ese estilo es imposible. Necesitamos evolucionar hacia un tipo de juego más incisivo, rápido y directo. Por suerte, en este punto hay motivos para la esperanza. Poco a poco, ‘Isco’ y ‘Koke’ se van haciendo con un hueco en el 11 titular, y según vayan sumando internacionalidades podrán dotar a la selección de los mecanismos necesarios para poder desplegar este juego. Además, que Thiago logre terminar de una vez por todas con sus problemas de salud también será muy importante a la hora de asentar y definir esta nueva apuesta deportiva.

Sobre estos tres hombres debe construirse la nueva selección española, y para complementar a estos jugadores y a los que aún pueden dar mucho de sí como Busquets, Silva o Fábregas, el seleccionador tendrá que incorporar, más pronto que tarde, a los jóvenes talentos que han ido despuntando en la sub-21 en los últimos 5 años; hombres como Parejo, Ander Herrera, Camacho y, más recientemente, Óliver Torres, Saúl o Darder. Y, por muy doloroso que pueda resultar, invitar a Iniesta a que ceda sus galones y darle menos protagonismo, y dejar fuera a figuras como Cazorla o Pedro.

Que no le tiemble el pulso al Marqués a la hora de tomar estas decisiones y se atreva a darle el control a los más jóvenes se antoja vital para que este equipo vuelva a ser competitivo.

Delantera

La línea atacante posiblemente sea la demarcación que más quebraderos de cabeza le ha dado al seleccionador, y también en la que más palos de ciego ha dado. El último capítulo de su desencuentro con los hombres gol ha sido la llamada de ‘Juanmi’ para sustituir a un Diego Costa lesionado por enésima vez. No es que el delantero del Málaga no mereciese la llamada, pero sorprende que haya acudido a esta concentración por delante de Alberto Bueno, máximo goleador nacional de la Liga BBVA, y que ni siquiera en esta ocasión se le haya dado la oportunidad a Jonathan Soriano.

Tras haber dejado atrás la etapa de Villa y Torres, y el ínfimo rendimiento ofrecido por Costa hasta la fecha, parece que al técnico español no le termina de convencer ningún “9”, y no sería descabellado que si Negredo o Adúriz siguen rindiendo en sus clubes, volviesen a enfundarse ‘la Roja’.

Pero, si don Vicente decide finalmente arriesgar y dar paso a la nueva generación, y apostar por el estilo de juego hacia el que inexorablemente debe evolucionar nuestra selección, descubrirá que en jugadores como Morata, Callejón, Jesé, Alcácer, Rodrigo, Castillejo o Tello puede encontrar a los atacantes perfectos para el futuro del equipo de todos.

Teniendo en cuenta todo esto, de cara a poder ser competitivos y optar a todo en la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018, el cuerpo técnico debería trabajar desde ya mismo con la siguiente base de futbolistas:

Porteros: De Gea, Casillas, Joel, Mariño y Asenjo.

Defensas: Sergio Ramos, Piqué, Javi Martínez, Domínguez, Íñigo Martínez, ‘Juanfran’, Carvajal, Azpilicueta, Jordi Alba, Bernat y Gayà.

Centrocampistas: Busquets, Thiago, ‘Isco’, ‘Koke’, Silva, Vitolo, Fábregas, Ander Herrera, Raúl García, Mario Suárez, Camacho, Parejo, Iniesta, Darder, Munian, Saúl, Óliver Torres y Denis Suárez.

Delanteros: Morata, Alcácer, Callejón, Jonathan Soriano, Jesé, Deulofeu, Rodrigo, Bueno, Tello, Castillejo y ‘Juanmi’.

En resumidas cuentas, España, y más concretamente Vicente del Bosque, deben dar por fin ese paso al frente que tanto se espera desde el verano pasado y acometer una profunda renovación en el vestuario de la selección. Mimbres hay de sobra: tan solo hace falta querer y atreverse.

Foto de portada: goal.com
Foto destacada: marca.com

Pablo Ortega

1987. Apasionado del fútbol. Redactor en El Fútbol Es Injusto.

3 comentarios en “España, esperando la revolución (todavía)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>