El partido más caro de la historia del fútbol

Que los tiempos han cambiado en el mundo del fútbol es algo evidente. Las cifras que maneja a día de hoy el deporte rey son mareantes, con miles de millones de euros moviéndose verano tras verano, temporada tras temporada, y excéntricos dirigentes que ponen toda su fortuna al servicio de un club. Un mercado desigual en el que los pequeños tienen como objetivo vender por cifras cercanas al millón y los grandes parecen querer pagar cuanto más mejor, para presumir de su presupuesto.

En medio de toda esta vorágine de números, nos encontramos con el partido más caro de la historia, la final de la Liga de Campeones de la temporada 2014-2015: todo un FC Barcelona – Juventus de Turín. Es bien sabido que a medida que los equipos avanzan de ronda, obtienen mayores recompensas por parte de la UEFA, sin olvidarnos de que en la fase de grupos de esta competición cada victoria supone nada más y nada menos que un millón de euros. Pero las cifras van más allá… Por ejemplo: ¿te has parado a pensar en lo que supone para la ciudad que organiza la gran final semejante acontecimiento a nivel económico?

Cuando tanto dinero está en juego, se empiezan a levantar suspicacias. Alguna de ellas infundadas, pero los últimos movimiento internos en la FIFA hacen ver que aquellos que fueron tildados de “locos” no son tan insanos como nos hicieron ver. Casos como el sospechoso arbitraje que España e Italia sufrieron en sendos partidos frente a Corea en el Mundial del 2002 salen de nuevo a la luz para destapar toda la oscuridad que había detrás.

Volviendo a la máxima competición continental a nivel de clubes, son muchos los factores que entran en juego a la hora de hablar de la repercusión económica que tiene. A nivel directo, está claro que podríamos hablar de la venta de entradas, los premios recibidos por ganar (e incluso disputar) partidos, los derechos de televisión… Sin olvidarnos de que existen patrocinios millonarios en la UEFA Champions League. Pero a nivel indirecto podríamos hablar de lo que gastarán los aficionados en la ciudad anfitriona de la final, lo que supone en cuanto a la economía local el acoger a todos esos hinchas que viajan en las distintas eliminatorias a tu ciudad o incluso lo que supone para un simple bar un día de partido en el que los amigos se reúnen para ver el encuentro… Pequeños detalles que se nos escapan al hablar de las cifras estratosféricas que maneja el mundo del balompié.

Redacción EFEI

El equipo de redacción de El Fútbol es Injusto.

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